He leído y escuchado en más de una ocasión la siguiente frase: “como vamos a ser luz si no estamos en medio de la gente que no conoce a Cristo” otros tienen la siguiente perspectiva: “la iglesia nunca será luz si no va a meterse en medio del mundo”. Tal vez es por esto que cuando un famosos, ya sea un músico, un actor, un futbolista, etc. acepta a cristo como su salvador y se vuelve parte de esta familia pareciese ser una gran victoria (por cierto, que cualquiera que acepte a Cristo en su corazón es una gran victoria más allá de que sea famoso o no) al tener una imagen importante que ahora es cristiano.
Lo que viene después es un tanto polémico, porque ahora tenemos (en ocasiones) a una persona cristiana que se mueve en un mundo secular y que, pudiendo impactar ese ambiente con un mensaje cristiano, parece seguir haciendo lo que hace en cuanto a su profesión sin un mayor cambio.
Aquí comienza el dilema, tenemos un sector que dice “esa persona ya no debería hacer su trabajo de manera tan “mundana” (a veces usamos esa palabra) y dedicársela a Dios” y por otro lado tenemos a los que dicen “él está en medio del ambiente y no debería encerrar esa posibilidad volviéndose un “religioso” (si, también usamos mucho esa palabra) que se encierre en las cuatro paredes de un templo”. Ahora, todo este conflicto tiene como centro una sola intención, SER LUZ.
NOTA: lo que sigue de aquí en adelante es mi opinión sobre el tema de ser luz y no sobre colocarme en alguna de las dos posiciones antes mencionadas.
¿Qué dijo Jesús sobre ser luz?, bueno, el sermón del monte tiene una definición bien interesante sobre este tema, en Mateo 5:14-16 dice:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Primero fijémonos en las dos figuras que se ocupan aquí, “una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”, el ser luz debe ser tan llamativo y significativo que Jesús lo compara con toda una ciudad ubicada en lo más alto y visible de cualquier lugar, es decir, alguien que quiere ser luz NO PUEDE PASAR INADVERTIDO
Luego dice “Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa”, aquí hay algo interesante, lo importante en esta figura no es el candelero, o lámpara en otras versiones, lo importante siempre es la luz en sí misma, si yo pongo una vela apagada en medio de una habitación oscura, la habitación no se alumbrara en lo absoluto, esa vela necesita la luz que la hará diferente a otras velas que están apagadas, entonces, cuando pretendemos o pensamos que solo el hecho de que un cristiano este en medio de un ambiente secular sea suficiente para representar a Dios ¿Dónde estamos poniendo la atención, en la Luz o la vela?
Por ultimo termina diciendo: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” y esto es muy simple y directo, para ser luz debemos mostrar buenas obras delante de los hombres, y no hablamos de buenas obras como la caridad o hacer favores, estamos hablando de las obras que Jesús hacia (lo cual deja la vara muy alta ya que Jesús predicaba la palabra en todo tiempo y hacia milagros), y eso será lo que glorifique a Dios delante del mundo.
En conclusión, una persona que se encuentra con Cristo, decide vivir para Él y desea ser luz en el mundo primero NO PUEDE PASAR DESAPERCIBIDO (esto deja afuera a los “cristianos ninjas” que no quieres llamar la atención en medio de un ambiente secular). No basta solo con su presencia (la de la persona) en medio del mundo, necesita la luz de Cristo en él (no es La vela la que importa, es la luz que puede portar, si no se muestra esa luz es solo una vela apagada entre tantas velas apagadas) y, por último, esa luz se hace evidente en las buenas obras que Jesús nos mandó a hacer delante de los hombres (no lo que nosotros pensemos o decidamos que sean buenas obras).
Creo que, si logramos tener estas características, dará lo mismo si estamos dentro de la iglesia o en un terreno fuera de esta misma, la luz de Cristo se hará presente.
